En 1999 el colegio se instala en una antigua casona patrimonial cuya construcción data de 1931. El colegio nace como un espacio de evangelización y crecimiento en la fe, dentro del cual todos sus integrantes puedan vivir el Evangelio, proclamando la buena nueva a todo el mundo mediante el ejercicio de la caridad y el servicio a los demás.

Su objetivo primordial es formar moral y cívicamente hombres y mujeres maduros, que busquen la felicidad con un sentido cristiano, profesional y solidario, de modo que lleguen a ser ciudadanos responsables, trabajadores, cultos y que puedan y quieran colaborar en la consecución del bien común y en el servicio a la Patria.

El Colegio San Vicente de Paul se distingue por ser integrador e inclusivo, buscando formar alumnos comprometidos con su entorno, con una visión solidaria de quienes le rodean.